Ayer los poquitos del coro que estamos estos días en Madrid (Paloma, Vivi, Clara y Julio) ayudamos en la oración de la Hora Santa. Tranquila, bonita, la gente que vino no entró mucho a cantar pero creo que nuestro pequeño servicio ayudó en ese rato de recogimiento, de recuerdo de la agonía de Jesus ante la llegada de su hora.
No puedo evitar una reflexión, quizás fuera de lugar. Resulta difícil vivir en comunidad y con intensidad estos dias, los más importantes para los cristianos... La sociedad lo pone complicado. En una sociedad completamente laicizada como ésta, pero con costumbres derivadas de una época de catolicidad oficial, el riesgo de inculturación que corremos es muy grande. Con INCULTURIZACION quiero decir la suplantación del sentido original de las celebraciones, de las fiestas, de los días clave del año, desde el punto de vista cristiano. Ha pasado ya con la Navidad: de rememorar el nacimiento de Jesús, pobre entre los pobres, ha pasado ha ser en nuestra sociedad la gran orgía del consumo. Pero al fin y al cabo, la Navidad es una fiesta menor: importante, alegre, pero menor. Los días clave, los que dan el verdadero sentido de nuestra fe, son estos. Y convertidos en unos dias de vacaciones, ya playeros para algunos, donde se aprovecha para hacer turismo gastronómico y para asistir a curiosas tradiciones que salvo para una reducida minoria son poco más que un espectáculo... Permitiendo que se vean convertidos en esto, en lugar de ser unos dias clave para cada comunidad cristiana, para cada parroquia, para cada grupo, para cada uno de nosotros... corremos un inmenso riesgo. Riesgo de perder el sentido de lo que somos.
Esta mañana pensaba que la Iglesia debería pedir URGENTEMENTE que se cambiasen las vacaciones de Semana Santa. Que fuesen más tarde, o cuando quisieran los que manden... Para que pudiésemos vivir estos dias con intensidad desde el interior, desde nuestras comunidades, desde nuestras parroquias, junto a los hermanos con los que compartimos la fe cada día, cada domingo. Aun cuando tuviéramos que reunirnos a celebrar al volver del trabajo, con el cansancio de cada día... Estas vacaciones no tienen ya mucho que ver con nuestra fe, ni con Jesús, ni con su entrega hasta el final, ni con su resurrección... ¿Como se inicia algo así? ¿Con una recogida de firmas?
Disculpad si pensáis que esto no viene al caso. Para compensar, pongo aquí las grabaciones del domingo de Ramos, o de Pasión, de varios de los cantos. Como siempre, se escuchan más las voces de los que estamos en primera fila porque la grabadora la ponemos delante. Las grabaciones de los ensayos siempre están más equilibradas porque la grabadora está en el centro. Dentro de poco, con la nueva mesa de mezclas, grabaré directamente la mezcla de los micrófonos y las grabaciones creo que van a oirse bastante más parecidas a lo que escucha la gente. De momento esto es lo que hay:
OH DIOS, POR QUE ME HAS ABANDONADO(MISA D. RAMOS)
PUEBLO MIO (MISA D. RAMOS)
EN MI GETSEMANI (MISA D. RAMOS)
NADA NOS SEPARARA (MISA D. RAMOS)
2 comentarios:
Hola!Totalmente de acuerdo con la reflexión...
qué poco correspondemos al GRAN AMOR que nos da el Señor!!!En este tiempo que nos toca vivir, todo pasa por satisfacer los sentidos, consumir, pasarla lo mejor posible...
Tanto en lo civil como en lo religioso, olvidamos acontecimientos importantísimos porque la sociedad de hoy nos ofrece otras cosas. ¡Que el Espíritu de Jesús resucitado nos dé la luz necesaria para no elegir el camino equivocado!
¡Hola, Blanca! Ojalá que nos ilumine el Espíritu como dices... Está bien viajar, disfrutar de unos días de vacaciones... pero es triste que una mayoría de cristianos ignore en la práctica que estos días son DIFERENTES, que deberían ser mucho más... Un fuerte abrazo y feliz Pascua... Julio.
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